Que maravilloso, pero que triste es cuando la imaginación o ese sentimiento confuso se apiadan de nosotros muchas veces sin saber el porqué, cuando creemos que el amor nos está golpeando la puerta & simplemente fue el mismo juego que hacíamos cuando éramos chicos, que golpeábamos una puerta & salíamos corriendo, sin saber que tal vez del otro lado había una persona esperando que llegue ese momento en que su puerta sonara para poder abrir & encontrarse con quien había inundado nuestro pensamiento, que hace volar nuestra imaginación, que por ahí nos hace creer que el amor está vivo... Esa sensación de no saber donde se está, la miles de preguntas & todas con un porque, que ni tan siquiera saber porque el pensamiento de uno esta rebalsado de esa persona que jamás habíamos imaginado, o que tal vez en un comienzo nos volamos con la imaginación & nos dejamos llevar de que o quienes deberíamos ser para que esas manos golpeen la puerta de nuestro corazón, & que hoy sin saber, sin tener esos motivos claros, nuestros pies están sobre la tierra & nuestra ilusión es quien se apiada de nosotros haciéndonos creer de que todo puede ser, de que nada está lejos del alcance que nosotros podamos llegar a tener... Vivir de ilusiones es como vivir en un país perfecto, donde todo es maravilloso, donde nuestra imaginación parece certera & que por ahí cada detalle de la realidad parecieran ciertos, pero que triste es por ahí pensar de que todo es solo una ilusión & de que todo eso esta tan lejos de uno mismo, de cuando llegue ese momento que habíamos imaginado nos haga dar la cabeza contra la pared & sea un volver a empezar, a pensar, a imaginar & otra vez volver a ilusionarnos...
Muchas veces uno no se da cuenta de lo que está causando en otra persona, no lo vemos, o mejor dicho no lo sentimos, porque creemos que todo está más que bien pero sin embargo le estamos llevando felicidad, ilusión, alegría, imaginación a otro que tampoco teníamos en mente. Eso tal vez sea el amor, el poder dar sin saberlo & que la otra persona lo reciba, & porque no abrirnos para poder sentir a la otra persona que seguramente también tenga mucho para darnos. Pero como en muchos casos, nunca vamos a saberlo hasta el día en que uno de los dos junte el coraje & la valentía para poder mirar a los ojos al otro & decirlo todo. ¿Por qué será que por ahí nos cueste tanto el hablar mirándonos a los ojos?, el miedo de que solo sea una imaginación, una ilusión es lo que nos hace poner el freno, que nos hace quedar en el lugar donde estamos para no darnos la cabeza contra a pared...
No hay comentarios:
Publicar un comentario